En la clausura del encuentro del periódico italiano Avvenire el cardenal, que regresaba de su viaje a Rusia como enviado del Papa, pidió una gran iniciativa europea para retejer la trama de la paz. Confiando en la credibilidad del Patriarca Cirilo, subrayó el compromiso continuo y sufrido de Francisco de actuar, como un «obrero», para encontrar oportunidades y vías de solución al conflicto