La niña, nacida prematura, transcurrió las dos primeras semanas de vida en el hospital. Cuando los bombardeos alcanzaron la línea de ferrocarril a pocos pasos de su casa, la mamá, Vladislava, decidió huir en busca de un lugar más seguro para ella y su pequeña. Gracias a la ayuda de médicos y voluntarios, su historia tuvo un final feliz. Entre los que las rescataron también está Cesvi: «Estamos cerca de la población en el territorio», dice el vicepresidente, Roberto Vignola