El emérito de Gante estaba en la lista de los cinco prelados mayores de 80 años que recibirían la púrpura en el Consistorio el 27 de agosto. Pidió al Papa que lo exonerara por no haber actuado de forma incisiva en los casos de abusos del pasado. La Conferencia Episcopal: «Evitar que las víctimas vuelvan a sufrir».