La Casa de la Cultura de Jersón, zona ya devastada por los daños causados por la destrucción de la presa de Kajovka, ha sido reducida en cenizas a causa de un incendio. Se trata de un edificio utilizado por la Iglesia Evangélica como centro de acopio y distribución de ayudas, donde los voluntarios de Operación Paloma se habían recientemente dirigido para entregar víveres.