El padre Roman Ostrovskyy, vicerrector del seminario greco-católico de Kyiv, expresa la sensación de postración que sienten los ucranianos en el tercer año del conflicto, y al mismo tiempo el deseo de seguir esperando: todo proyecto sencillo se cuestiona porque no sabemos dónde caerá la próxima bomba. La fe nos ayuda a seguir adelante en los peores días