Buscar la unidad entre los cristianos no significa anular las diferencias para lograr la uniformidad, sino amar los tesoros espirituales de cada Iglesia, reconociéndose como hermanos en virtud del bautismo común. Se trata de un camino, a veces difícil, que implica especialmente a las diferentes comunidades que conviven. Sherin Salama, copto ortodoxa, nos habla del compromiso de las Iglesias en Egipto en vísperas de la conclusión de la Semana de Oración