El padre Antuan Ilgit coordina los esfuerzos de socorro que siguen llegando a la ciudad portuaria turca. La sede del Vicariato Apostólico acoge al menos a un centenar de personas que esperan noticias de los familiares que siguen bajo las ruinas. El clero católico y armenio comparte la ayuda que ha llegado del patriarcado y del vicariato de Estambul