Al recibir a un centenar de participantes en el Capítulo general de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, con motivo de su Capítulo general, el Papa subrayó que, ante los dramas de la humanidad, es necesario llevar el Evangelio de la esperanza, de la alegría y de la paz. También exhortó a la comunión, un reto del que puede depender el futuro de la Tierra, de la Iglesia y de la vida consagrada, sin olvidar el cuidado de la casa común