Una semana intensa fue la del Papa Francisco, el martes participó en el Coliseo en el encuentro de religiones promovido por la Comunidad San Egidio, firmando un llamamiento común: la paz es un grito que merece ser escuchado, no nos resignemos a la guerra, que los gobernantes se inclinen a escuchar con seriedad y respeto las aspiraciones de reconciliación de sus pueblos. La guerra es la madre de todas las pobrezas