Desde mediados de enero y probablemente hasta marzo con el inicio de las lluvias, los incendios forestales mantendrán en vilo a casi todas las regiones del país. Hectáreas de reservas naturales, cultivos agrícolas y pastizales para ganadería se han carbonizado. La Iglesia llama a una responsabilidad colectiva en el cuidado del medio ambiente y a las autoridades a promover una ley que ampare a los afectados.