En su mensaje con motivo de la segunda Jornada Mundial de los Abuelos, que se celebra el 24 de julio, Francisco exhorta a ser «dueños de un modo de vida pacífico y atento a los débiles», protegiendo el mundo, mirando la vejez como un tiempo de oración para convertir los corazones. Además, invita a las parroquias y comunidades a realizar una obra de misericordia visitando a los ancianos que están solos