“Hago un llamamiento sincero para que se aseguren realmente los corredores humanitarios y se garantice y facilite el acceso de la ayuda a las zonas asediadas, con el fin de proporcionar vital socorro a nuestros hermanos y hermanas oprimidos por las bombas y el miedo. Agradezco a todos los que están acogiendo a los refugiados. Sobre todo, imploro que cesen los ataques armados y que prevalezcan la negociación y el sentido común. ¡Y se vuelva a respetar el derecho internacional!” (Papa Francisco)