En Lourdes, donde se celebra la sesión plenaria de la Conferencia Episcopal francesa, el presidente Moulins-Beaufort anunció públicamente que varios prelados están «implicados» ante la justicia canónica y civil. Entre ellos, el cardenal Ricard, emérito de Burdeos, que admitió su conducta «reprobable» con un menor hace 35 años