«Dejemos las armas, iniciemos una tregua pascual, pero no para recargar las armas y reanudar la lucha, sino una tregua para lograr la paz, a través de una verdadera negociación, dispuestos incluso a hacer algunos sacrificios por el bien del pueblo», fue la oración del Papa Francisco en este Domingo de Ramos a la hora del rezo del Ángelus.