Durante su encuentro con los migrantes en Malta, Francisco exhortó al mundo a mirar a las personas «no como números», sino como «hombres y mujeres, hermanos y hermanas». El Pontífice también recordó que para salvarnos de «nuestro naufragio como civilización» la clave está en comportarnos con más humanidad, evitando caer «en la trampa» de la indiferencia ante quienes sufren la crisis migratoria.