Este III Domingo de Adviento, en su alocución antes de rezar la oración del Ángelus, el Santo Padre invitó a los fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro que, “la Virgen nos tome de la mano en estos días de preparación a la Navidad y nos ayude a reconocer en la pequeñez del Niño la grandeza de Dios que viene”.