La manifestación del Señor en su pequeñez e impotencia se hace evidente a los sencillos de corazón, como lo revela el anuncio que los ángeles dan a los pastores glorificando el nacimiento de Jesús. El padre Felipe Herrera-Espaliat hace notar que esta imagen nos impulsa a buscar la presencia de Dios en quienes están en la periferia del mundo, en los frágiles, en los descartados.