El nuncio Fortunatus Nwachukwu, Observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, al intervenir en Ginebra en la 52ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos dijo que “la violencia y las medidas represivas se han intensificado en los últimos años”. Y que “a menudo se niega a los creyentes el derecho a expresar y practicar su fe, incluso cuando ello no pone en peligro la seguridad pública ni viola los derechos de los demás»