En el corazón de África, los misioneros polacos de la Congregación de Clérigos Marianos, que partieron en 1999 hacia el país africano, consagran la pequeña iglesia de Minkama como santuario dedicado al Pontífice polaco. La parroquia, construida por los fieles, ofrece espacios para jóvenes, ayuda a madres solteras y apoyo a personas con bajo nivel de escolarización.