El padre Ihnatiy Moskaliuk, superior del monasterio basiliano de Jersón, relata el panorama tras la explosión del 6 de junio, en la central de Kajovka: el nivel del agua corre peligro de subir hasta el cuarto-quinto piso. La gente está evacuando sus casas, Jersón también corre el riesgo de inundaciones. Habrá graves consecuencias medioambientales.