El protagonista de esta historia es un activista católico que, en un pequeño pueblo de Cataluña, fundó un refugio para animales heridos, maltratados y explotados, decidiendo vivir en la pobreza al estilo de San Francisco. Tras abandonar la Iglesia, hace dos años sintió que debía volver a abrazar su fe y comprometerse con el cuidado de la Creación y de sus criaturas.