Después del Ángelus, el Papa invitó a rezar por los difuntos, que se elevaron a 202, en las trágicas inundaciones que asolaron España el 29 de octubre, por sus seres queridos y por las familias damnificadas. «Que el Señor -añade- sostenga a los que sufren y a los que llevan alivio». El arzobispo de Valencia Benavent relata la llamada telefónica que recibió del Papa.