Es un punto muerto inmerso en la tensión el que reina en la Franja, con la dirección de las fuerzas armadas israelíes planteando la hipótesis de nuevas operaciones militares para liberar a los últimos rehenes y Hamás insistiendo en el inicio de la segunda fase del acuerdo de tregua, pero excluyendo el desarme en la Franja. Estados Unidos, por su parte, aboga por la prudencia ante cualquier nueva iniciativa israelí