Invitado a la pequeña ciudad italiana del Triveneto con motivo de la memoria litúrgica de los mártires de Aquileia y patronos de la archidiócesis de Gorizia, el Secretario vaticano para las relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales celebró una lectio magistralis sobre la historia del antiguo centro urbano, que representa un «ejemplo maduro de fraternidad universal» del que «la Europa de hoy debe seguir inspirándose para sembrar la paz con paciencia y confianza».