La Catedral de París vuelve a brillar tras el incendio que la devastó. En el mensaje del Papa, leído por el Nuncio Migliore, se expresa satisfacción por «el gran estallido de generosidad internacional que contribuyó a la restauración» y agradecimiento por el trabajo de tantos artesanos, trabajadores, mujeres que durante el transcurso de las obras hicieron un auténtico «camino espiritual».