El domingo 23 de enero, después de haber rezado el Ángelus, el Papa expresó su preocupación ante las crecientes tensiones «que amenazan con asestar un nuevo golpe a la paz en Ucrania» y renovó su llamamiento «para que todas las acciones e iniciativas políticas de este país estén al servicio de la fraternidad humana». Por ello, Francisco propuso realizar una jornada de oración para invocar la paz en este país, el próximo 26 de enero.