El Pontífice aterrizó en tierra maltesa poco antes de las 10 de la mañana. Inicia así su 36° viaje apostólico internacional en el que el Sucesor de Pedro confirmará en la fe a los presentes en la isla, llegada y puerta de esperanza para muchos migrantes, en la que Pablo comenzó su labor evangelizadora tras un naufragio, como se relata en los Hechos de los Apóstoles