El arzobispo Rino Fisichella, presidente del dicasterio vaticano que organiza el próximo Año Santo en 2025, comenta la carta que le envió el Papa el 11 de febrero. «Francisco nos invita a mirar al futuro tras meses de fragilidad y miedo. Será un Jubileo encarnado en el presente, un tiempo para reconstruir las relaciones y volver a estar juntos».