Sobre la profecía, don que el Espíritu Santo ha distribuido en el Santo Pueblo fiel de Dios, reflexionó el Papa antes de rezar el Ángelus del domingo 2 de julio. El Santo Padre hizo presente que cada uno “incluso el más pequeño” tiene un don profético que compartir, por eso pidió escucharse unos a otros con respeto, “porque cada uno de nosotros necesita aprender de los demás”.