El Papa Francisco se reune sacerdotes y religiosos de Córcega y reflexiona sobre los desafíos de transmitir la fe en un contexto secularizado. A ellos, les ha instado a centrar su vida y servicio en Dios y no en la vanidad y les ha pedido cuidar tanto de sí mismos como de los demás, equilibrando la vida ministerial con oración, descanso y fraternidad, evitando quejas y envidia. Finalmente, exhorta a los sacerdotes y religiosos a perdonar todo y siempre.