Francisco recibe a profesores y estudiantes del Estudio Teológico San Paolo de Catania y los invita a ser incisivos en la vida eclesial y social en una tierra amenazada por la especulación mafiosa y la corrupción. El llamado a la hermandad con los migrantes y los resignados al dolor: «La formación está al servicio de la gente, de los pobres, de los últimos»