El Santo Padre recibió en audiencia a los directivos y empleados de la empresa Terna en la Sala Clementina del Vaticano y espera que la energía sea «limpia» no sólo de fuentes fósiles sino, sobre todo, de injusticias, guerras y desigualdades. El llamamiento para los fallecidos en el trabajo en las infraestructuras energéticas: «No los olvidemos y asegurémonos de que no haya más».