El Papa Francisco, en la misa de Pentecostés que presidió esta mañana desde la Basílica de San Pedro, recordó que el Espíritu Santo, el Consolador, es concreto, no es idealista y quiere que nos concentremos en el aquí y ahora, porque el sitio donde estamos y el tiempo en que vivimos son los lugares de la gracia. El espíritu del mal nos distrae del aquí y del ahora, lleva nuestra cabeza a otra parte.