Con ocasión del juramento de los reclutas, el Papa León XIV recibió en audiencia al antiguo cuerpo militar, agradeciéndole su entrega y su compromiso de servicio. «Cada uno puede ser, para los demás, un modelo con sus palabras y su conducta, con su caridad y su fe», dijo el Pontífice, que invitando a los nuevos reclutas a entrar «en la escuela de Cristo humilde y obediente», a ser «misioneros de la esperanza» y a «atreverse» y «contribuir juntos a la civilización del amor».