Una página de la historia que se entrelaza con el llamamiento de Juan XXIII en su mensaje radiofónico del 25 de octubre de 1962: «Imploramos a todos los gobernantes que no permanezcan sordos a este grito de la humanidad. Que hagan todo lo que esté de su parte para salvar la paz». Un grito que se renueva aún hoy, en este tiempo sacudido por la guerra y el riesgo de conflicto nuclear.