El Papa Francisco presidió esta mañana la misa de clausura del XXVII Congreso Eucarístico Nacional en el Estadio Municipal XXI Septiembre de Matera. En su homilía, el Pontífice recordó el desafío permanente que la Eucaristía ofrece a nuestra vida: adorar a Dios y no al yo e invitó a redescrubrir la oración de adoración que nos libera y nos devuelve la dignidad de hijos.