Unos hombres armados irrumpieron en la iglesia de San Francisco Javier de Owo, en el estado de Ondo, y abrieron fuego contra los fieles que celebraban Pentecostés. Muchos murieron, entre ellos varios niños. Francisco expresa su cercanía a las familias de los muertos y heridos. Presidente Buhari: «El país nunca se rendirá al mal».