En una rueda de prensa, tras el encuentro con el Papa, el presidente de la Conferencia episcopal española manifestó el gran dolor de la Iglesia por los abusos y aseguró que los casos serán investigados en cada diócesis y congregaciones religiosas tal como lo dicta la Santa Sede y los tribunales civiles, y no por comisiones independientes. La idea es acompañar de cerca a las víctimas y erradicar esa lacra de la sociedad, no sólo en la Iglesia sino también en otras instituciones.