La fundadora de La Obra de la Iglesia, fallecida en Roma el pasado 28 de julio, deja una profunda huella en quienes se encontraron con sus ojos y en quienes percibieron el misterio de la Trinidad en sus escritos. Su muerte se produce 75 años después de su consagración. «Una madre rica en amor por sus hijos»: es lo que dijo Monseñor Cesare Nosiglia, Arzobispo de Turín, en la homilía de su funeral.Read More