Virtud teologal, es la adhesión personal del hombre entero a Dios que se revela. Comprende una adhesión de la inteligencia y de la voluntad a la revelación que Dios ha hecho de sí mismo mediante sus obras y sus palabras.
Antonio Plancarte manifiesta una total confianza en Dios que es providente, su fe es inquebrantable, aún en medio de la adversidad.
…tengo la fe ciega de que todo es para mayor honra y gloria de Dios. Cartas a sus Congregantes p. 148.…todo esto refluirá en bien de nuestra Congregación, objeto único de nuestros sacrificios. ¿Cómo será eso? Yo ignoro los caminos del Señor, pero creo firmemente que nos llevará al puerto, siempre que nos dejemos guiar con docilidad.
Cartas a sus Congregantes p. 79.
La virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo CEC No. 1817.
No hay que desesperar, ni pretender que el Señor abrevie sus caminos. Él llegará en tiempo oportuno. Aunque veamos que nuestra casa se ha venido al suelo; aunque todo esfuerzo para detener en pie la Congregación haya sido inútil: aunque veamos dispersos los obreros, y esparcidas nuestra ruina, no desmayemos en la empresa; y sí alegrémonos, porque eso indica que el Señor está cerca, muy cerca de nosotros.
Cartas a susCongregantes p. 210.S.E.E., I D Vol. 2., T VI p. 66.
Es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios CEC No. 1822.
Tú me has dado todo cuanto poseo… Te amo, Señor, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas, con toda mi alma. Quiero ser todo tuyo, verdaderamente tuyo, solo tuyo y probártelo con mis obras más que con mis palabras…S.E.E., III- A Ejercicios Esp. 1888, Vol.1 Extemp., p. 18.
Crónica Tomo I p. 128.
Virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y elegir los medios rectos para realizarlo… CEC No. 1806.
A las congregantas les sobra ánimo para ir a ésa, pero a mí me falta valor para mandarlas a un peligro sin necesidad… A las que están allá, Dios las llevó y Dios me las cuidará; pero a las que ahora fueran, las llevaría el arrojo y la imprudencia; y eso sí que no lo haré.
Cartas a susCongregantes p. 210.
Cartas a sus Congregantes p. 63.
Es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido. La justicia para con Dios es llamada “la virtud de la religión.” Para con los hombres la justicia responde a respetar los derechos de cada uno y a establecer en las relaciones humanas la armonía que promueve la equidad respeto a las personas y el bien común… CEC No. 1807.
…llevemos la carga de otros” ¿y cuál es esa carga? La tristeza, el mal humor, las enfermedades, las contradicciones, el genio, la falta de educación, la ingratitud, la calumnia, las injusticias, etc. Para llevar estas pesadas cargas, se necesitan fuerzas; estas fuerzas, solo la virtud puede darlas; de suerte que por la carga que llevamos podemos conocer el tamaño de nuestra virtud” Cartas a sus congregantes p. 274Cartas a sus Congregantes p. 63.
Es la virtud moral que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Refirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral. La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte y de hacer frente a las pruebas y a las persecuciones. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa. CEC No. 1808.
Dios era mi único consuelo, mi único amigo, y mi único todo; y luego que arreglé mis cosas me arrodillé ante mi crucifijo, y pedí al cielo fuerza y resignación para cumplir con la voluntad de Dios. S.E.E., I D Vol. 3., T VII-1, p. 176S.E.E., I D Vol. 8., T. IX p.36
Virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar “para seguir la pasión de su corazón.” CEC No. 1809.
Grande, inmenso, fue el sacrificio que hice al separarme de la cuna de mi vocación, de la morada de mis mejores días, pero lo juzgué indispensable para probar mi vocación, y sobre todo, aquella vocación al matrimonio de que tanto me hablaba el pobrecito de José María, en todas sus cartas. Cartas a sus congregantes p. 65Crónicas Tomo I p. 387.
Virtud característica que nos ayuda a reconocer agradecidos los dones de Dios, aceptando con serenidad las propias limitaciones, así como a reconocer con alegría los dones de los demás.
Soy torpe instrumento de quien Dios se ha valido para que Ustedes lleven a término sus piadosas empresas de hacer el bien a los huérfanos e ignorantes.Cartas a sus congregantes p. 150
S. E. E. III – A, Ejercicios Esp., 1869, Vol. 1 Extremp., p. 6.
Virtud característica que nos hace obrar con rectitud de intención, con sinceridad, con franqueza y naturalidad, careciendo de ostentación; nos enseña a saber quiénes somos y qué podemos.
“… si algunos meses antes lo hubieran oído hablar de la manera que lo hizo en la sala capitular, y hubiera notado que la sencillez de la expresión correspondía a la sinceridad de sus pensamientos, y que su alma sin dobleces ni rencores se manifestaba a través de su voz entrecortada y de las lágrimas que rodaban por sus mejillas, no habrían dado jamás los pasos que entonces dieron y fueron la causa de los acervos sufrimientos morales que lo llevaron al sepulcro.”Crónica Tomo I p. 388.5
Crónica Tomo I p. 388.
Virtud característica que nos lleva a la renuncia voluntaria de los propios deseos, afectos o intereses e incluso al sacrificio de la misma vida en beneficio de otras personas. Es hija del sacrificio y de la mortificación. Exige autosacrificio o inmolación.
¿Me quejaré de mis padecimientos…? ¿Me quedaré sin llegar al Calvario…? ¡No, Dios mío; no lo permitas jamás! Cartas a sus congregantes p. 32“ …el Sr. Cura aprovechaba todas las oportunidades de hacer el bien, aunque fuese a costa de grandes sacrificios”
Crónica Tomo I p. 108.
La gratitud es el sentimiento que experimenta una persona al reconocer un favor o beneficio que alguien le ha concedido. Deuda moral con quien nos hace un bien, estar abiertos a la posibilidad de corresponder por el beneficio recibido.
¡Sea Dios bendito por tanta infinidad de bienes! Que yo sepa corresponder. Que mi alma no se pierda después de tan abundantes gracias. Que siga trabajando con Valor y Confianza hasta el último suspiro, por el bien de mis semejantes.Cartas a sus congregantes p. 45.
Carta a sus Congregantes p. 27.