INICIO
Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Canto de Inicio (opcional)
Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento,
que despierte nuestra esperanza en el corazón.
Y al calor de la Madre, caminemos este tiempo.
ENCENDIDO DE LA VELA
Guía: Encendemos, Señor, esta luz como quien prende una lámpara en la noche:
para iluminar nuestros pasos, para esperar con esperanza,
y para recibirte con el corazón despierto.
En esta primera semana de Adviento queremos:
- Mirar nuestra oscuridad con sinceridad.
- Reconocer dónde se apagó nuestra luz.
- Observar las partes de nosotros que están cansadas, heridas o apagadas.
Que esta llama nos recuerde que tu luz llega a lo que duele,
a lo que está roto, a lo que dejamos de mirar,
y que la esperanza siempre puede volver a nacer.
Todos:
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
REFLEXIÓN GUIADA
Guía: Esta semana, haz una pausa y pregúntate con sinceridad:
- ¿Dónde se apagó mi luz este año?
- ¿Qué me cansó tanto que dejé de creer?
- ¿Qué herida necesita ser vista para volver a brillar?
Guía: La primera vela se enciende allí,
no donde todo está perfecto, sino donde más necesitamos la luz.
ORACIONES
Guía: Unidos en una sola voz, digamos:
Todos: Padre Nuestro…
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
CIERRE
Guía: Que esta luz nos recuerde que reconstruir la esperanza
empieza por mirar nuestra oscuridad con misericordia, abrirnos a lo que duele, y permitir que Dios vuelva a encender nuestra vida.
Todos: Que nuestra luz vuelva a brillar.
