El arzobispo emérito de Paraná, afiliado a la Orden de San Agustín, fue hospitalizado por un paro cardíaco y fue operado el pasado 10 de mayo. Fue dado de alta el martes y ese mismo día recibió una llamada de León XIV quien le aseguró su cercanía y oraciones. El cardenal se encuentra ahora convaleciente en una casa para sacerdotes.